top of page

La boda de la Wedding Planner

Actualizado: 22 nov 2022

Esta semana os cuento cómo fue organizar la boda más especial que he tenido: la mía.


Íñigo me pidió matrimonio frente a la Virgen de Covadonga (Asturias) un lluvioso y frío 22 de noviembre de 2021. Estábamos solos en la Santina, y, nerviosito perdido, sacó el que sería mi primer anillo de pedida. Un elegante anillo de espinelas negras.


En ese momento éramos como dos extraños, no nos podíamos creer lo que estaba por venir, y nos daba vergüenza ponernos a hablar del tema de la organización. Pero teníamos claro que queríamos casarnos en 2022, y solo podía ser o en mayo o en junio. Así que teníamos poco tiempo para planificar toda una boda.


Sabíamos que sería una boda grande, algo que a los dos nos gustaba mucho, y hablamos de realizarla en Sevilla, donde actualmente viven mis padres, en vez de en Madrid por diferentes motivos.


Esa misma noche me puse a mirar fincas en Sevilla, y tenía seleccionadas dos que me gustaban mucho: Hacienda Los Molinillos y Hacienda el Vizir. Escribí a ambas para consultar disponibilidad y a la mañana siguiente ya tenía respuesta de las dos. Molinillos estaba ya todo reservado, y El Vizir tenía 2 fines de semana libres: 14 de mayo y 11 de junio.


Hablamos con uno de los hermanos de Íñigo, que es sacerdote y nos iba a casar él, para ver si tenía disponibles esas fechas y sí podía.


En principio íbamos a celebrarla el 11 de junio y sería una boda de mañana, hasta que varias personas me metieron el miedo en el cuerpo advirtiéndome que un 11 de junio por la mañana en Sevilla nos podíamos morir de calor. Así que decidimos cambiarla a horario de tarde, con la mala suerte que para realizarla de tarde solo podía ser el 14 de mayo y había otra pareja interesada en la misma fecha.


En ese momento me puse a mirar billetes de tren y avión a Sevilla para ir a visitar la Hacienda antes que los otros interesados, pero fue imposible, estaba todo lleno. Así que les pedí a mis padres que se acercasen esa misma tarde y me hicieran una videollamada. Y así fue como contraté la Hacienda donde celebraríamos el día más especial de nuestras vidas (hasta el momento): a ciegas y como primera y única opción. Yo siempre había querido una boda de noche y todo al aire libre y tuve tan claro que era un lugar mágico, que no me hizo falta "visitar" otras fincas.


La Iglesia también la teníamos ya reservada. Nos casaríamos en la Iglesia Virgen del Loreto de Tablada (dentro de un acuartelamiento militar). Tenía un poco de miedo porque por dentro no es extremadamente grande, y no las tenía todas conmigo de que fuera a caber todo el mundo, pero finalmente no hubo problema. Lo que más me gustaba de esta Iglesia era la salida: una explanada enorme para hacer nuestro pasillo de sables y marcharnos en nuestro Jeep descapotable que nos prestó un amigo. Además, al ser un recinto militar, no habría curiosos a la salida, por lo que tendríamos mucha privacidad e intimidad.


Foto: Manuel Garrido Fotógrafo


Y entramos ya en detalle con todo lo que contratamos para la boda:

ree

El vestido fue también un flechazo a primera vista. Tenía claro que lo quería a medida y sabía cómo quería que fuese la espalda. Llamé al atelier de Pol Nuñez (en Sevilla) y cuando acudí a la primera visita con mi madre, salí con el vestido diseñado y comprado.

Mara, la diseñadora, entendió a la perfección lo que buscaba, captó mi esencia en un segundo, y me asesoró muy bien con algunos pequeños detalles que yo todavía no tenía claros. Me empezó poniendo un vestido que nada tenía que ver con lo que yo buscaba, y encima de ese vestido fue colocando trozos de tela, encajes, botones etc hasta que, por obra de magia, me visualicé a la perfección con el vestido de mis sueños. Luego dibujó en tan solo unos minutos el boceto del diseño y fue cuando dije: tiene que ser ella. Y así fue.

Tuve tres pruebas de vestido y todas ellas fueron maravillosas.

Foto: Manuel Garrido Fotógrafo

ree

Del peinado y maquillaje se encargó Rocío Márzquez (@rociomakeup_hair). El peinado también lo tenía muy claro.


Yo siempre he sido de pelo largo y tengo mucha cantidad, así que había que aprovechar la ocasión para hacerme una trenza. La pobre Rocío se las vio un poco canutas al principio, porque con tanto pelo era complicado hacer exactamente lo que yo quería. Tuvimos que repetir la prueba un par de veces hasta que le cogió el truco.


ree

Foto: Manuel Garrido Fotógrafo

ree

Llevaba también un tocadito de flores preservadas que me había preparado Begoña Flores (@begoniaflores) a juego con mi ramo de novia y las réplicas de mi ramo que le di a algunas amigas. Begoña es de Madrid y hace maravillas con flores preservadas. Me costó mucho encontrar a alguien que me hiciera un ramo de flores preservadas sin que me intentasen cobrar hasta 300€ por un ramo... Hasta que llegó ella y lo diseñamos juntas escogiendo en ese momento los tipos de flores y de colores y pudiendo ver al momento cómo quedaría (cosa que no ocurre con todos los floristas). La medida de la Virgen del Pilar me la regaló una amiga un mes antes de comprometernos y me dijo: "para cuando te cases" y fue muy especial para mi poder llevarlo conmigo ese día.

ree

ree

Foto: Manuel Garrido Fotógrafo


ree

ree

Foto: Manuel Garrido Fotógrafo






Los zapatos también los tenía muy claros. En cuanto los vi navegando por internet, dije: son estos. Y así fue. Y es que Flor de Asoka nunca falla. Eran unas sandalias de ante extremadamente delicado y fino en color verde aguamarina (que sería un color muy predominante en toda la boda), con el tacón grueso de 9 cm y detalles en dorado. No me cansaré de recomendarlos, porque además de bonitos, me resultaron comodísimos y no me los quité en toda la noche.

ree

ree

Foto: Manuel Garrido Fotógrafo // En esta foto parecen azules, pero eran verde aguamarina clarito.



ree

Los pendientes los compré en una tienda de Sevilla llamada Lina 1960. No eran joya, tampoco bisutería barata, pero tampoco tenía especial ilusión por llevar algo extremadamente bueno y arriesgarme a perderlo en la pista de baile. Resultaron preciosos y combinaban a la perfección con los zapatos.

ree

Foto: Manuel Garrido Fotógrafo

ree

Foto: Manuel Garrido Fotógrafo

ree

Para nuestros pajes, mi suegra y yo diseñamos unos vestidos muy sencillos y elegantes. Una tela blanca con un piqué precioso, a la que añadimos unos encajes para las espaldas y las mangas, y con un toque de color en verde aguamarina con un tul que haría de lazo. Para la cabeza les preparamos una coronitas hechas a mano por mi madre y por mi a base de ramilletes de paniculata teñida de verde aguamarina y pequeñas margaritas blancas. No pudieron quedar más preciosas y elegantes. Por cierto, próximamente pondremos a la venta coronitas artesanales porque nos volvimos auténticas expertas en la materia.


Foto: Manuel Garrido Fotógrafo


Del cátering se encargó la propia Hacienda. Tienen exclusividad con su propia cocina. Es cierto que los novios no comen prácticamente nada el día de la boda, pero supimos que habíamos acertado con la Hacienda cuando hicimos la prueba de menú meses antes. ¡Qué rico estaba todo! Optamos por un menú tradicional que consistía en hora y media de cóctel (aunque ya sabemos todos que luego se alarga un poco más) con 15 referencias más una mesa de buffet de quesos y cortador de jamón en vivo.

Para la cena escogimos de entrante una crema de carabineros, sorbete de mojito, confit de pato Mulard a la naranja con pastel de patata trufada y espárragos como principal, y tarta árabe (especialidad de la casa) como postre.

El pato fue la única decisión que tomó Íñigo en toda la boda, y siempre lo recuerda orgulloso porque no podía estar más rico. Sabíamos que era una opción arriesgada, pero resultó ser todo un acierto.

Para la recena sacaron molletes de lomo, mini hamburguesas y platos de jamón que había sobrado durante el cóctel.


Foto: Manuel Garrido Fotógrafo


Las mesas de la cena las escogimos redondas para los invitados (de 10 personas) y mesa rectangular para la presidencial, ya que nos juntamos novios, padres y hermanos y era una mesa bastante grande.

ree

De la mantelería, mobiliario y menaje de las mesas se encargó la propia hacienda. Escogimos unos manteles estampados con motivos de hojas en color blanco y aguamarina. Quedaron preciosos y me alegré mucho de haberme decantado por algo más atrevido y huir de la mantelería clásica. Optamos también por algo sencillo para los centros de mesa: unos farolillos grandes en color cobre llenos de velas y de donde salía ramas de eucalipto. De todo esto se hizo cargo la Hacienda, pero el resto de decoración, así como la mesa presidencial, estuvo a cargo de la maravillosa e inigualable Rocío Caballero.




Foto: Manuel Garrido Fotógrafo


Cuando yo veía las fotos de la web de la Hacienda le decía a Ana María (persona encargada de nuestra boda en la Hacienda): me gusta esta decoración, y esta, y esta y esta... Y siempre me decía: todo lo que me dices que te gusta lo ha decorado Rocío Caballero (@apuntorociocaballero) Así que tuve que ponerme en contacto con ella y pedirle que me decorase el día de mi boda. Yo ya había estado en contacto con otras empresas de decoración que me habían hecho propuestas, pero no me acababan de convencer y siempre terminaba pensando: vete con Rocío. Y eso hice. Fue uno de los mayores aciertos de toda la parte de contratación de proveedores. Repetiría con ella mil veces más. Esta señora no puede tener más gusto, más personalidad y más originalidad.

Después de muchas reuniones y llamadas con ella, decidimos que decorase: entrada a la Hacienda, mesa de bienvenida para poner abanicos y cubre tacones para el cóctel, decoración de la mesa de quesos (¿podéis admirar qué maravilla?), sitting plan, rincón de alpargatas, decoración floral de la mesa presidencial (otra maravilla digna de contemplar), decoración de la fuente central de la zona de la cena y rincón de tabaco y puros.


ree


ree

Foto: Manuel Garrido Fotógrafo






En cuanto a iluminación, yo tenía una obsesión con poner luces tipo Toscana en la zona de la cena, no sólo por estética sino porque además quería asegurarme de que los invitados tuvieran una luz agradable a la hora de cenar. Fue muy complicado porque en la zona del banquete no había puntos de amarre para atar los cables de las luces, y ningún proveedor me podía hacer lo que yo buscaba. Ninguno menos Decosur Eventos. Ellos fueron los únicos que me confirmaron que podían hacerlo y, aunque tenían ya la fecha ocupada, removieron Roma con Santiago para poder estar presentes el día de mi boda. Pusieron una guirnalda de luces en zigzag por encima de todas las mesas y una cortina de luces led detrás de la mesa presidencial. Quedó muy bonito y romántico.


Foto: Manuel Garrido Fotógrafo


De la parte de fotografía y vídeo se encargó el maravilloso equipo de Manuel Garrido (@manuelgarridofotografo). Escoger fotógrafo también fue todo un reto. Estuve dudando entre varios, ya que para mí era muy importante la parte del vídeo. No quería un vídeo clásico, con música cursi, con exceso de cámara lenta... y todo lo que me enviaban no me gustaba. Hasta que llegó Manuel y me envió un trailer de un vídeo que me enamoró. Yo le dije: te contrato si me haces un vídeo como este. Y él me contestó: para hacerte un vídeo así tienes que prometerme que será una boda muy divertida. Y me conquistó. Otra de las mejores elecciones que hicimos. Yo tuve dos fotógrafos más 1 videógrafo durante mis preparativos, Íñigo tuvo una fotógrafa y un videógrafo. Así que en total tuvimos un equipo de 3 fotógrafos + 2 videógrafos desde los preparativos hasta pasada una hora y pico la barra libre. Consiguieron inmortalizar momentos muy especiales y de manera muy natural. No nos enterábamos de que estaban por ahí, pero no desaparecieron en ningún momento. Tuvieron una paciencia infinita conmigo en los momentos de nervios antes de entrar en la Iglesia, y, efectivamente, hicieron un vídeo que cuando lo vi me quedé sin palabras.



ree

ree

ree

Foto: Manuel Garrido Fotógrafo



Y vamos con la música. En la Iglesia llevamos un conjunto de piano y violín de la mano de Nubia. Durante el cóctel tuvimos un saxofonista (@ernestonaranjomusic). Para iniciar la barra libre contamos con música en vivo de la mano de Los Bingueros, que versionan canciones pop-rock principalmente de los 80's. Y de la sonorización y DJ se encargó IP Sound Eventos.


ree

También contamos con la presencia de Risbox, a mi parecer, los mejores fotomatones de toda España. Contratamos una furgoneta VW antigua donde dentro se ubica el fotomatón, que quedó espectacular y resultó muy divertido para los invitados. Estuvieron durante 4 horas y nos llevamos el álbum con todas las fotos firmadas y un pendrive con los vídeos que también grabaron los invitados dentro del fotomatón. Este fue uno de los mayores caprichos de la boda, pero lo volvería a contratar con los ojos cerrados.


El candy bar lo contraté con la Hacienda, aunque yo me encargué de comprar kilos y kilos de golosinas, y quedó precioso. Escogí todas las chucherías en una misma tonalidad, para que no se perdiera la elegancia en ningún momento.

ree

ree

Otros detalles como: alpargatas, cestas de los baños, abanicos, cubre tacones, papelería de sitting plan y meseros de mesa, cigarros, puros, bengalas para el baile de novios... los fui comprando yo durante los seis meses de preparativos.


Finalmente tuvimos una boda con 270 invitados (partíamos de una lista de más de 450 personas), nos hizo una noche estupenda, y en definitiva, me volvería a casar una y mil veces más con el mismo hombre, en el mismo lugar y con la misma gente.


Gracias por leer y espero poder ayudaros a resolver cualquier duda que tengáis.



ree







Comentarios


blancorotoeventos

bottom of page